Su primera aparición televisiva no fue en el docureality Valientes, que conducía Diana Bolocco y donde Perla Ilich (19) llamó la atención por su espontaneidad. Su debut en la pantalla se remonta al programa Cara y sello,de Mega. «La conocí cuando tenía como 13 años, en un matrimonio gitano. Ella me ayudaba a traducir, fue mi conductora en terreno», recuerda Rodrigo Leiva, ex productor ejecutivo de Cara y sello yValientes y ahora tras Perla, «la primera teleserie de la vida real», como le llama Canal 13 a la apuesta que debutó anoche.
Con 80 capítulos ya grabados, la apuesta irá de domingo a martes -en segunda franja nocturna- y busca innovar dentro del género docureality, incorporando los códigos y herramientas narrativas de la ficción a la telerrealidad. Así, ayer se vio en pantalla el hilo conductor: la fuerte relación de Perla con su familia y amigos y su búsqueda de un marido.
Rodrigo Leiva recuerda que cuando grababa Valientes, supo que Ilich se había casado y decidió buscarla. Una periodista de la producción la encontró, pero ella se estaba separando. «Fui a verla, porque me pareció trágico que se separara siendo tan chica, y me encontré con una niña que estaba súper deprimida. Conversamos y le dije que a lo mejor le haría bien salir de su casa y hacer otras cosas», agrega el productor ejecutivo.
«Estaba muy mal y fue una ayuda bien importante en mi vida. Pude seguir adelante», cuenta Ilich. Leiva le planteó la posibilidad de que ser parte de un programa que estaba armando. «Tuvo sus dudas, pero finalmente aceptó. Se empezó a recuperar y afortunadamente estos 3 ó 4 meses que estuvimos grabando con ella le sirvió salir de su separación», afirma el productor.
El espacio, reconoce Leiva, tiene inspiración en un docureality que se ve en Chile a través de la TV de pago: «Me crucé con la serie Keeping up with the Kardashians en mi casa y encontré que había una similitud entre Perla y Kim Kardashian en los ojos, el pelo, los ataques de histeria y lo desprejuiciada que es al conocer gente», asegura. Con la idea en mente, aprovechó un capítulo del desaparecido programa La casa por la ventana para hacer una suerte de piloto al aire. «La vi en otra dimensión, más alegre. En todo su esplendor. Con vestido, auto descapotable, así como muy Kardashian», asegura Leiva. «Ella tiene mucho carisma y no tiene prejuicios al relacionarse con la gente, la puedes poner en cualquier parte y ella va a conversar con todo el mundo. Su gracia es que es muy desprejuiciada. Además, tiene una tremenda personalidad», añade.
Acaparando atención, Ilich ya tuvo ofertas de Chilevisión y TVN para sumarse a programas, pero ella los rechazó. «Estoy con Canal 13 y Rodrigo Leiva, que me ha ayudado bastante», dice ella, quien grabó la serie de martes a sábado, con dos cámaras fijas en su casa: una en el living y otra en su pieza, además de cámaras personales para cada integrante del «elenco».
La madre de Ilich, Carmen, tiene una participación importante en la apuesta. «Es súper querible y muy divertida» dice Leiva. El padre, en cambio, decidió restarse. La hermana mayor y las primas de la gitana también tienen presencia.
«Desde que empezamos a grabar el programa, al principio fue algo súper difícil para mi cultura. Me ha traído bastantes conflictos por ser una gitana de mi edad y estar compartiendo todo el día con cámaras en mi casa no sólo lo bueno, sino que también lo malo», relata Perla Ilich. Pese a ello, adelanta que le gustaría seguir en televisión si el docureality que encabeza logra ser un éxito de sintonía. «Voy a aprovechar el momento», asegura.
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